Personalmente empecé en este mundo (como ya he dicho en alguna entrada anterior) con los Maiden. Su canción dedicada a Dune "To Tame a Land" del Piece of Mind hizo que me diera cuenta de que este género musical podría abrirme las puertas a un mundo que me gustaría. Y así fue.
Hoy día el mundo heavy es una moda. Lo que surgió en los 80 era una moda que trascendió a convertirse en una forma de ser, en efecto, pero a día de hoy, los críos lo han convertido en una moda.
Los estereotipos puestos de cara al público donde los heavys eramos gente violenta, malhablada, pendenciera, delincuente, mujeriega y borracha han sido puestos cada vez más bajo la alfombra y nos hemos ido mostrando como gente de toda clase y estrato social. Pero hoy día eso no es suficiente. Los niños empiezan dentro de este mundillo por moda.
Recuerdo toda la mierda que tuve que pasar en mi instituto por ser el único tío heavy de todo el centro. Por supuesto que había gente a la que le gustaba la música o que alguna vez que otra se ponía una muñequera... pero por norma general acababan cediendo a la presión social y transformándose en sucias quimeras bacalas.
Era una norma no escrita "Si te gusta el metal, eres raro y, por consiguiente, no ligas". Los chicos no soportaban la sucia levedad de sus seres y decidían transformarse, como baratas prostitutas, en engendros de pelo pincho y polos Hilfiger.

La juventud (ah, divino tesoro) nos está demostrando que el metal aun no ha muerto y sigue por sus venas. Pero entre tantas quejas de por qué sus padres no les dejan salir hasta las 3 de la mañana o por qué no pueden ir a esos conciertos de Alemania o Finlandia me hace darme cuenta de una cosa: No sé si estamos creando una nueva generación de Hombres de Acero o solo manteniendo a una generación de Chavales de Níquel.
PD: Sí, lo sé, la imagen es mazo de cutre, pero no he podido hacer nada mucho mejor en poco tiempo xD