domingo, 27 de junio de 2010

Master of Puppet Masters

Reconozcámoslo, manipular a las mentes jóvenes es más fácil cada día. Parece que no les entra en la
cabeza otra cosa que no sea su queridísima evasión de su (para ellos) atormentada vida estudiantil.
Estoy cansado de encontrarme con niñatos que no saben lo que es trabajar para pagar sus propias facturas y luego se quejan porque sus padres no les han dado dinero para irse a todos esos festivales de los que disfrutan con sus amigos mimados y bien cuidados.
¿Hijos del metal? No puedo concebir la idea de un metalhead al cual le paguen sus conciertos los papás y las mamás en un alarde de altruismo filial.

La gente suele decir que soy un manipulador o que la mayoría de las veces consigo salirme con la mía, pero se equivocan. Aunque sí es cierto que algunas veces consigo lo que quiero ni de lejos soy un manipulador de nivel "mentalista", pero lo reconozco, me encantaría serlo.

Anoche, un hombre conocido que se vanagloriaba de ser un megatrve de la muerte infernal me reconoció que no podría ir a tantos festivales como quería porque sus padres no le daban tanto dinero como para irse por Europa.....

A Un verdadero fan no le importaría eso. Buscaría alguien que le pudiera llevar, haría dedo o se escondería en un camión o algo peor para llegar a los conciertos. Tengo amigos que con 18 años estaban currando porque querían irse de vacaciones a festivales.
Pero no, hoy casi todos los que tengan buena familia son los que van.... tanto proclamar que odiamos a los pijos y a los mimados pero la mayoría sigue subsistiendo gracias a ser un parásito parental.

Asi que sí, es posible que manipule, robe o mienta para conseguir lo que quiero, pero al menos no les voy llorando a mis padres para que me otorguen sus favores monetarios.

No seais sanguijuelas sociales, por favor, buscad vuestra propia vida fuera del nido, pensad en qué opinión tendría Lemmy de todas esas personas.

3 comentarios:

  1. Respecto a los acomodados con esos siempre lo he tenido claro, el concepto de pijo o niño mimado no tiene nada que ver con un grupo social determinado, es una mentalidad y un estilo de vida que puedes ver en cualquier sitio, desde la latina hasta argüelles. Tal vez lo que más toque la moral es que se crean más heavies que nadie al tener pasta -más bien la de papi-, e ir cargados de cadena, cuero, chapa y pintura como si eso fuera un rango; el suficiente para mirarte por encima del hombro. En serio, he visto más pijerío en argüelles o sucedáneos que en cualquier otro sitio, y como los que no lo son están demasiado ocupados dándoselas de auténticos, es un entre la espada y la pared que o te lo tomas a risa por lo grotesco de la situación, o te exilias de la realidad o simplemente eliges entre estupidez o estupidez. En fin...

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  2. La generación que escapaba de casa para subir a un autobús desvencijado con el único fin de ver a sus ídolos en primera fila se ha terminado, eso es una realidad y el hecho de que hasta hace nada estaba totalmente "de moda" llevar camisetas de Iron Maiden (a las pruebas me remito, todos hemos visto, desgraciadamente, la imagen de Hannah Montana con el "Live After Death") no ha ayudado nada a mantener la "pureza" de los supuestos seguidores del metal.
    Actualmente encontrar a una persona que se pague los conciertos es muy complicado pero no imposible, ahora, lo que cabrea es que ellos, los chavalines, van a TODOS sin haber sudado una gota, pero bueno, maneras de vivir.
    Saludos terrícola.

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  3. Ni tanto ni tan calvo. Lo siento, pero ante estas conclusiones auto-satisfactorias siempre repito que existe el gris entre el blanco y el negro. Llevas mucha razón, muchísima. Pero bueno, matizar es importante.

    Tu me entiendes ;-)

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