viernes, 20 de mayo de 2011

La Revolución de las Palabras

El mundo cambia rápido. Para algunos los cambios son tan necesarios como el aire, para otros son tan acojonantes que temen perder lo poco que tienen y solo algunos consideran que los cambios simplemente nos dirigen a más cambios.

Vivo en Madrid. Esa es mi ciudad. No conozco mucho más del mundo exterior y no creo que vaya a hacerlo nunca. Soy un chico joven con una mente vieja y cansada que busca un simple lugar en el que nadie le moleste haga lo que haga.

No soy ningún político, siempre he tratado de mantenerme bien alejado de cualquier cosa relacionada con las ideologías de este u otro partido porque siempre he considerado que nunca tendremos el líder que nos merecemos.
Para mí, la democracia solo consiste en elegir el menor de un número de males determinado por las urnas.

Pero no os confundais, tampoco soy anarquista. Muchos consideran el anarquismo como un video de The Clash en el 77', pero se equivocan completamente. "Anarquía significa sin líderes no caos por doquier". No soy un monarquista, ni un comunista, ni un socialista, ni un fascista, ni un izquierdista....
La política consiste en poco más que una mayoría impone las normas que quiere a todo el mundo, mientras que algo menos de la mitad de la población se encoje de hombros y dice: "¡Hey, ¿por qué pasa esto, si yo no le voté?!". Eso es fácil. Somos hedonistas.

Desde la clásica mujer facha de 75 años que ha visto la decadencia de la juventud y su libertinaje por las calles, hasta el preocupado estudiante que solo desea sus tres cosas: acabar los exámenes, alcohol/fiesta en el fin de semana y, sobre todo, su amado internet.

Lectura del manifiesto el 17 de Mayo

En España estos últimos días se ha llevado a cabo algo inaudito. Una revolución pacífica. Aun me sigo preguntando qué fue lo que la disparó. ¿Fue un evento de Tuenti? ¿Facebook? ¿Twitter?
Lentamente la noticia de la concentración a favor de una democracia real se ha ido extendiendo de ciudad en ciudad a lo que actualmente ahora se le conoce como "Spanish Revolution".

Estamos en el ojo del huracán mediático. Todo el mundo está pendiente de nosotros. El Washington Post, el Monde, el Telegraph e infinidad de periódicos nacionales y locales nos han sacado en sus portadas tratando de conseguir otra revolución egipcia o libia quizá (nunca digas nunca). Y sin embargo en mi ciudad se convive bien.

La gente pasea, compra, va al trabajo y estudia sin importarle mucho de esto. La mayoría lo verán a través de la tele o internet y se contará años después como una simple anécdota... pero aun queda mucho por contar.
La verdadera prueba será cuando pasen las elecciones. No puedo evitar preguntarme qué pasará si surge alguno de los partidos mayoritarios (PP, PSOE...). ¿Acaso la gente se alzará como en París en el 68? ¿Nos quedaremos en casa aceptando el inevitable destino de tener 4 años más de mierda? ¿Nos darán un caramelo metafórico (puede que real, a saber) para mantenernos contentos?

No sé qué pasará.

Los matices de una revolución se vuelven complejos de identificar. Hay gente que dice que una revolución comienza con el sonido de un disparo en el aire, pero yo digo que comienza con el grito de una persona en el suelo.
No podemos ignorar algo así, pero lo hacemos.

París, Mayo de 1968. Ellos tenían menos de lo que quejarse.

Ayer me pasee entre la acampada que se había formado en Sol y pude ver el ambiente de la buena gente. Todos gente de a pie, colaborando e instaurando una mini sociedad con trueques, ayudas y canciones de supervivencia, y aunque nadie sabe qué resultará de todo esto, sí saben que al menos están haciendo algo por intentarlo.

Los signos están aquí. La gente lo grita por las calles y siguen con su vida.  Los mensajes son pintados en paredes, colgados en farolas y los carteles políticos son ridiculizados. Estamos sentados en un barril de pólvora y todos queremos fumar un cigarro.

La Junta ha prohibido varias veces esta agrupación, la última para el sábado y el domingo. La gente se niega a marcharse del lugar y los policias han sido mandados. El sábado se descubrirá.
¿Es posible que nuestra sociedad se colapse sobre si misma por la gestión de la clase política? Sí ¿Es posible que la rescate la gente pidiendo algo que es un ideal, pero muy difícil de conseguir? No lo sé, pero lo averiguaré.

Recordad que esto comenzó con mensajes. Mensajes en una pared, una pantalla, un periodico o de boca de un amigo. Si recordais que esta revolución comenzó con una simple palabra, se cambiarán las cosas.
"I'm mad as hell and I won't take it anymore" -- Sidney Lumet, Network

1 comentario:

  1. Gritos, sacudidas, reclamos, silencios...lo que está pasando es algo viejo y nuevo a la vez, algo vivo dentro de cada uno, vivo dentro de aquél magnífico libro de Raymond Carr** , vivo en las urnas de 1931 y vivo en las de éste próximo domingo. Sin embargo, también es algo muerto en la podredumbre del día a día, en ese "soma" anacrónico que cada uno recibe por cada día que pasa sin ser consciente de lo que la política supone y, sobre todo, de lo que supone su falta de "implicación" en dicha política ;-)

    «Valorar» es algo peliagudo, con riesgo y lugar a equívoco. Estamos afrontando un magnífico y valiente movimiento, una dirección, una "corriente". De eso no hay duda.Sin embargo, hacia donde nos llevará, si nos llevará o cuales serán sus resultados es algo sobre lo cual, bajo mi pensamiento, hay que callar y esperar.

    Curioso cuanto menos el germen de toda esta eutrapelia política. ¿O dejará de ser un juego para los señores dirigentes? :D

    ** http://www.qproquo.com/libros/espana-de-la-restauracion-a-la-democracia-1875-1980-11158/

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